domingo, 4 de noviembre de 2018

¿Quieres avanzar más rápido? Pide ayuda

Hay muchas cosas que puedes perder por no tener las cosas al día, las oportunidades no son eternas, así que no te duermas en los laureles.

Gabriela confusa y harta de dar vueltas de un lado a otro sin solucionar nada acude a su abogado. No le permiten casarse y ha encontrado al hombre de su vida. Ella es viuda.
El abogado sorprendido, profundiza un poco más en el asunto. Le expone que la viudedad no es impedimento legal para contraer matrimonio.

La señora le insiste que ha acudido al Registro Civil a tramitar su expediente matrimonial y la señorita que hay allí le ha dicho que no se puede casar porque es viuda.

En ese instante interviene la pareja y futuro esposo de la señora y aclara al abogado un pequeño matiz:

"verá Usted, abogado, la señorita del Registro Civil me pide muchos papeles, lo hace muy difícil, y yo no lo entiendo. Resulta que me pide que me divorcie y claro, hace muchos años que yo no veo a mi mujer, no la encuentro, no se dónde está. Si le digo que no sé nada de ella, no entiendo por qué no me puedo casar, yo ya estoy divorciado".

No es lo mismo la ilusión de estar divorciado, que haber tramitado el divorcio.

En España no se permite la bigamia: contraer segundo o ulterior matrimonio sin hallarse legítimamente disuelto el anterior será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año (artículo 217 del Código penal).

Tiene que localizar como sea a su mujer para obtener el divorcio y poder casarse de nuevo, igual que si quiere inscribirse como pareja de hecho, pues los requisitos son: estar solteros, divorciados o viudos.

No saber dónde está su cónyuge desde hace años no significa estar divorciado.

¿Cuánto tiempo más vas a dejar pasar?

Yo puedo ayudarte.  Espero tu email

Escríbeme a: info@legalgestion21abogados.com

sábado, 21 de marzo de 2015

¿Hay algo más que Internet?

Hoy por hoy, la sociedad ha cambiado con las nuevas tecnologías. Internet ha hecho más cómodas a las personas y es posible el acceso a todo tipo de información. Noticias de cualquier tipo, desde noticias deportivas hasta la información meteorológica. Juegos en vivo y en tiempo real con docenas de personas simultáneamente. Internet estimula el uso de formas nuevas y distintas de aprender. Cuenta con buenas herramientas de apoyo al trabajo colaborativo, diseño, desarrollo y evaluación de proyectos, investigación, experimentación y gestiones con la administración publica. La búsqueda de pareja, amistad o compartir intereses con otras personas, momentos especiales con amigos y familia en las redes sociales. Todo eso nos ha traído internet.


Pero como todo en la vida, el lado negativo de internet y la tecnología que va unido a ello, lo encontramos en contactos peligrosos si no se configura la privacidad correctamente, pues exponemos nuestra vida privada sin conocimiento de que se muestra en un escaparate visto por millones de usuarios. Los casos de suplantación de identidad están a la orden del día, creando gravísimos problemas a los que han sido victimas de este método delictivo. La falta en el control de datos y medidas de seguridad por muchas empresas que ofrecen servicios y venden productos en la red ocasiona grandes pérdidas económicas. Las redes sociales pueden ser adictivas y devorar gran cantidad de nuestro tiempo, aunque son ideales para el ocio, pueden ser utilizadas por criminales que conocen la vida y datos de sus víctimas para cometer delitos como el acoso, abuso sexual, secuestro, tráfico de personas, etc. Pueden apoderarse de todos los contenidos que publicamos, fotos, vídeos y trabajos académicos para hacer un uso indebido de ello.

Internet es un duro competidor para profesionales como médicos, arquitectos, abogados, mecánicos, diseñadores, dentistas, etc. Resulta que los clientes te exigen más y más cada día sencillamente porque lo han leído en internet interpretando a su libre albedrío los temas más complejos. Si les enviaste una información legal, te piden que no les invadas el correo más y si no les mandas nada, es que no te interesa su tema. ¿Para que van a consultar a un abogado teniendo internet?. Sin embargo, todavía quedan muchas cosas que se hacen sin internet como llamarme a altas horas de la madrugada porque no pueden dormir dando vueltas a su problema; negociar con la parte contraria y obtener un buen resultado evitando gastos y pleitos, adelantarme a los acontecimientos y resolver ese problema que le quita el sueño. Internet no piensa, yo sí.

Un abogado es un profesional que ha invertido mucho esfuerzo en su formación y su experiencia profesional le avala para estar a la altura de resolver cualquier conflicto que se le presente. Eso no lo da internet porque la abogacía es una ciencia social, de relaciones humanas: se negocia, se escribe, se comunican decisiones, se redactan contratos, se estudia y se planifica la mejor estrategia acorde a las circunstancias. El 90% de nuestra comunicación es no verbal, puro lenguaje corporal, que no nos da internet. Un abogado realiza un análisis sobre los gestos de las personas en un juicio o en una negociación y nos sirve como herramienta para entender los pensamientos, emociones y mentiras y aplicarlo al trabajo diario. Eso tiene un precio como las manzanas que pagamos en el mercado, porque la abogacía es un servicio que todos necesitaremos en algún momento de nuestra vida.

Si señores, la sociedad ha cambiado gracias a internet, somos asociales a pesar de las redes sociales, mal educados con la gente cercana a quien no saludamos, a pesar de tener cientos de amigos y seguidores virtuales. Preferimos ser arrogantes e ignorantes, sin respeto al trabajo de los demás que invierten horas de estudio, talento y esfuerzo poniéndolo a nuestro servicio. Los tiempos cambian, las redes sociales hacen que seamos más distantes con los más próximos y más cercanos con los desconocidos, no damos importancia a las relaciones personales pues un mensaje mal escrito por whatsapp justifica todo. Son los tiempos que corren. Hablamos con las máquinas, dependemos de los móviles y somos incapaces de relacionarnos con las personas. El mundo internautico nos ha facilitado algunas cosas y ha complicado otras tantas. No podemos prescindir de las relaciones humanas a pesar de que nos empeñemos en que nuestra vida gire en torno a las máquinas. 

domingo, 15 de febrero de 2015

¿Qué son los Daños Morales?

El hijo de mi cliente falleció tras una larga, dolorosa y penosa enfermedad. Su último mes de vida fue muy duro, especialmente para su hermana y su madre, de avanzada edad, que todos los días acudían al hospital para estar con él las 24 h. del día.


En ese último mes dio tiempo a preparar casi todo a nivel legal. Había cierta calma a pesar del estresante agotamiento físico y psíquico. Sin embargo, el día que falleció, suponíamos los que estábamos en segundo plano que se acabaría el sufrimiento para todos, pero empezó una etapa peor que la anterior, posiblemente por no tenerlo previsto, pues hay situaciones que escapan a toda lógica.

El fallecimiento fue en Madrid, había un contrato de seguro de decesos con una compañía que garantizaba la prestación del servicio fúnebre que comprendía: arca egipcia, coche fúnebre, sala de velatorio, corona y centro de flores, esquelas, recordatorios, un coche de acompañamiento de duelo, certificado médico de defunción y cuantas gestiones sean necesarias para la realización del servicio descrito.

Podéis intuir que el servicio realizado fue deficiente en general y que el servicio funerario de traslado desde el depósito hasta el cementerio fue "lamentable". De Madrid había que trasladarle a Alicante, los familiares se desplazaron desde diferentes puntos de la península, Baleares y del extranjero, al tanatorio de Alicante, a efectos de celebrar, todos juntos, el velatorio del difunto, al día siguiente de fallecer. Los restos mortales no llegaron hasta dos días después y se tuvo que proceder al entierro inmediatamente, deprisa y corriendo, sin posibilidad alguna de velar al difunto, debido a otros compromisos que tenía programados el cementerio de Alicante para ese día.

Al llevar el ataúd al coche que lo trasladaría se rompió como si de una caja de papel se tratase, cayendo el cadáver al suelo ante la vista de los presentes. Fue tremendo. Lo peor es que no había caja de sustitución, el cuerpo quedó golpeado, empezando así una agria discusión con la compañía de seguros para que cumpliera el contrato. No recuerdo en mucho tiempo persona más desagradable y recia que aquella con la que tuve que tramitar este penoso asunto. De muy malas maneras trajeron otra caja a última hora del día siguiente, quedándose el cadáver en una nevera sin velar. Se pudo llegar a Alicante a duras penas dos días después.

Desde entonces mi cliente, la madre del difunto, tiene episodios muy graves de ansiedad, pesadillas e insomnio. La compañía de seguros ha privado al difunto de un velatorio católico como es costumbre, junto con su madre, hermanos y demás familiares y amigos, que se habían desplazado expresamente a Alicante para tal fin, daño que ya es imposible de reparar y que ha causado a su madre, angustia y estrés por la caótica situación creada.

La indemnización por los daños y perjuicios que la compañía de seguros ha irrogado a la madre del difunto, el daño moral producido, permite poner precio para resarcir dentro de lo humanamente posible, las angustias, inquietudes, miedos, dolor físico, padecimientos propios de las turbaciones y actuales malestares de esa madre abatida por la muerte de su hijo y por unas exequias lamentables, tomando en consideración para cuantificar el perjuicio injustamente sufrido, la pérdida irreversible de los restos de su hijo, lo cual tiene gran importancia en nuestro ámbito cultural, aun prescindiendo de cualquier matiz religioso, puesto que ha supuesto un gravísimo atentado a los sentimientos y convicciones de esa madre, considerando su edad y previsible modo de pensar.

Lo peor de todo para mí, además de lo anterior, es la frustración al tratar con un responsable de una compañía aseguradora supuestamente de primer orden nacional, carente de toda sensibilidad, educación y formación en un asunto como este.

viernes, 16 de enero de 2015

¿Hasta dónde llega tu rabia?


La dignidad, el honor, la reputación son valores subjetivos que en ocasiones nos hacen perder el Norte. La mayoría de veces cuando un nuevo cliente se sienta delante de mí a exponer su caso, oigo la frase: “es una cuestión de dignidad”. Es un error, puesto que si queremos que la reclamación sea rentable debe tener una prueba solida y un fundamento jurídico que la ampare, no un ataque de rabia.




Muchas veces no hay viabilidad legal y corremos el riesgo de dar con algún que otro profesional sin escrúpulos capaz de estrujarnos la “dignidad” hasta el último céntimo.

El asunto de hoy es uno de esos donde el despecho, la sin razón y la “dignidad” alimentan los deseos de emprender acciones legales y llegar a juicio a costa de lo que haga falta. Todo empieza por un incumplimiento de contrato por parte de una persona que no paga el servicio contratado. No contenta con ello, denuncia a la empresa que le prestó ese servicio, consistente en un reportaje fotográfico, que le fue ejecutado y entregado en tiempo y forma, pero el estudio tuvo mala suerte ese día y no cobraron su trabajo, ya que el cliente se fue sin pagar. ¿Cual fue el argumento? “no me gustaron las fotos” y por eso se cree con todo el derecho del mundo a no pagar.

A mí tampoco me gusta que llegue tarde el autobús y pago el billete, o que tenga que esperar cola en el supermercado y pago la compra. No es una cuestión de gustos, es una cuestión de cumplir un contrato bilateral donde intervienen dos partes con obligación de realizar algo por parte de los dos, no por una sola de las partes y recíproco: el fotógrafo hace el reportaje y lo entrega, y la persona que lo encarga recibe el material y debería pagar el precio, pero no lo hizo.

Así  pues decide denunciar al estudio fotográfico por un supuesto delito de amenazas cuando le reclaman el pago y por un delito contra el honor por publicar su foto en el catálogo profesional de la web del estudio fotográfico habiendo cedido previamente los derechos de imagen de forma expresa para ello y, para rizar el rizo, añadir un delito de lesiones por que supuestamente esta en tratamiento psiquiátrico por ver publicadas sus fotos en internet y tiene crisis de ansiedad. Muy mal asesorada esta esa persona, porque no aporta ninguna prueba que demuestre que se mancille su “dignidad” para ir a un juicio penal y la denunciante, con ganas de “dejarse llevar”, está abocada a perder por su temeridad y mala fe.

Desde luego Dios los cría y ellos se juntan, incongruencias y mentiras sin fin. Vergüenza ajena me da por la falta de ética del abogado, ya que ese tipo de profesionales contamina mi gremio y pena, porque no haya valores y nos creamos con derecho a pisotear a los demás de forma torticera y caprichosa colapsando la justicia con este tipo de pleitos. ¿Dónde quedó la Ley de Protección de Datos, las normas que regulan el funcionamiento de los contratos en derecho civil y la ley sobre protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen? Nos las hemos cargado de un plumazo metiéndolas en la jurisdicción penal “porque yo lo valgo”.

Lamento tener que reconocer que hay abogados muy chapuceros donde su meta es sacar el dinero a los pobres ingenuos que sufren un “ataque de dignidad” (yo lo llamo soberbia) y que lo único que quieren oir es: “yo te lo arreglo todo… este asunto está ganado…ingrésame los honorarios y empezamos a trabajar…” importándoles un bledo hacer un pésimo trabajo. Tu “dignidad” tiene un precio, el que estés dispuesto a pagar, pero eso no te dará la razón si no la tienes.





martes, 18 de noviembre de 2014

¿Cual es tu historia si te pillan?

Acabo de llegar a casa tras un largo e intenso día de trabajo de guardia, porque además de los médicos, policías y bomberos, los abogados también hacemos guardias para asistir a los detenidos y demás diligencias penales urgentes que surgen.
Cada día de estos que tengo guardia veo “la moda en la delincuencia”, porque hasta en esto hay tendencias, va por rachas, te encuentras en ese día robos de identidad, peleas con lesiones, alcoholemias, estafas, tráfico de drogas, etc. Si el primero que atiendo es una alcoholemia, los que vengan detrás serán alcoholemias.

Pero hoy me ha fallado esta peculiar estadística mía, porque me ha tocado atender a 38 detenidos, desde las 9 de la maña a las 17 horas sin parar, sin comer y sin respirar, porque en los calabozos huele fatal a pies. ¡Que estrés! La media habitual por día de guardia es entre 6 u 8 detenidos. Hoy he recorrido todos los delitos que se encuentran en el código penal, nada de moda ni de tendencias.

Las declaraciones judiciales se realizan en un despacho habilitado en los sótanos donde se encuentran los calabozos, lugar de detención de los presuntos delincuentes. No se celebra en una sala de vistas, como es lógico, por evitar posibles fugas si hay que estar desplazándose de un lugar a otro.

Dentro de la pesadez que supone oir a todos y cada uno de ellos diciendo que no han hecho nada y son inocentes, adornado con historietas que no se las cree ni Antoñita la Fantástica (eso es la presunción de inocencia), se quebró la monotonía cuando entró nuestro protagonista a eso de las 13 horas vestido de médico recién salido del quirófano, con sus acreditaciones en la solapa, su mascarilla, guantes de latex, gorro de cirujía y zuecos de esos que llevan los médicos. Captó la atención del juez, fiscal, secretario y la mía propia. Nos miramos con autentica curiosidad entre todos.

Por resumir: “Señoría, yo estaba en la sala de espera del Gregorio Marañón para una consulta, cuando me encontré de repente en la silla de al lado una bolsa, la abrí y resulta que había esta ropa que llevo puesta. Me la puse porque es mejor que la mía y me quedaba bien, es mi talla, así que como no me llamaban, me fui por el hospital a por unas medicinas que me hacían falta (drogas).Todas las enfermeras me tratan muy bien con esta ropa (reincidente) y me dan las medicinas que necesito sin problema, porque como sé dónde se encuentra la farmacia, con este carnet que llevo aquí (la tarjeta del médico jefe de neurocirugía con foto y todo) tengo acceso y cojo lo que me hace falta….. ¿Cuántos delitos dice que me imputan? ¿7?, no, son 3, se confunde Señoría, vamos a contarlos otra vez, yo se lo aclaro todo, ¿verdad letrada?...

La declaración no tenía desperdicio porque el tío tenía una cara dura y una gracia contándolo que nos moríamos de la risa todos, especialmente el juez, que me decía “letrada ¿tiene más preguntas?” en ese tonito de “a ver mona, como sales de esta”. Pues claro, yo no me rindo, soy una profesional y si mi cliente dice que necesitaba un paracetamol y estaba harto de esperar porque no le llamaban a consulta, lo más normal es que se disfrace de médico robando una taquilla con una cizalla que casualmente llevaba en el bolsillo, y se ponga el uniforme del jefe de neurocirugía, que es justo de su talla y robe los medicamentos bajo custodia especial forzando la cerradura. Así que entre todos nos hemos ido por peteneras, hasta que ha entrado el médico forense y ha dicho que se lo llevaba urgente a psiquiatría que le iba a dar un brote de un momento a otro…

En fin, éste sí que se lo ha currado hoy con su historia, su atrezo y su magistral representación porque, de hecho, nos ha tenido enganchados a todos como en un cuenta cuentos, aunque nos hemos quedado sin el final hasta el próximo capítulo cuando salga de psiquiatría (si sale).

viernes, 26 de septiembre de 2014

¿Sabes qué se dice de ti en Google?

La mayor parte de los ciudadanos están convencidos que navegar por Internet es anónimo, que tenemos la privacidad garantizada tras un seudónimo o una foto de un objeto como portada del perfil en las redes sociales. Pero todo lo que se publica en internet deja rastro y es público. Esto es lo que casi todo el mundo desconoce a pesar de la abrumadora información que se publica diariamente al respecto y ese rastro puede complicarte la vida hasta límites insospechados.

Mi cliente de hoy ha convertido su vida en un infierno por buscar ayuda en un foro de internet. Vale que era un foro “especializado” en problemas de salud donde los usuarios que se registran exponen sus inquietudes para conseguir una solución a sus problemas aparentemente envuelto en una privacidad irreal.
Con ese ánimo mi cliente expuso en el foro que tenía un problema de eyaculación precoz y un pene pequeño, que le dejaban todas las chicas cuando veían el percal y que estaba muy traumatizado por ello. Lo contó de forma clara y directa, con todo lujo de detalles, con fotografías y vídeos, porque en su ánimo estaba que el especialista le diera una solución. Y no siendo consciente de que todo lo que se indexa el Google es público, firmaba sus comentarios con nombre, apellidos y foto real de su perfil. Pobre mío, sincero e inocente como un chiquillo, creía que ese foro y sus conversaciones eran privadas.
A los pocos días empezó a sufrir la mofa de su entorno, las burlas más crueles, el cachondeo generalizado en su pueblo porque le identificaban por sus fotos, nombre y apellidos. El mismo se tiró a la boca del lobo sin saberlo.
Todo lo que se publica en Internet se archiva y permanece eternamente, incluso los mensajes en foros de grupos cerrados. Todas las redes que se conectan a Internet lo hacen de manera voluntaria, por eso nadie controla Internet. Todo lo que se publica en Internet es de dominio público de tal modo que no tenemos control sobre lo que se dice de nosotros. Creemos que tenemos privacidad si usamos las medidas básicas de seguridad, pero un despiste tan bobo como utilizar tus datos personales en confesiones tan intimas y personales como las que hizo mi cliente te pueden arruinar, pues aparte de tenerla pequeña sin solución y que se enterase todo el mundo, perdió su trabajo porque estuvo demasiado tiempo faltando por una baja psicológica y, además, aguantar el cachondeo cada vez que salía a la calle.
Aunque pidamos a Google que retire nuestros datos para proteger nuestro derecho a la intimidad y privacidad, el daño moral ya esta hecho. El derecho de cancelación que nos ofrece como solución la ley de protección de datos de carácter personal no es preventiva, sino reactiva, opera cuando el daño ya esta hecho y ha tenido acceso a todo el mundo a ella.
Quizás tu no reveles tu información personal, pero tus amigos pueden hacerlo por ti, refiriéndose a las vacaciones, a tu jefe, a tu ubicación y tus intereses. Los patrones de comunicación social nos han llevado a felicitarnos los cumpleaños, a contar los chismes de la escuela y del trabajo, a subir fotografías de todo lo que hacemos y a ver los vídeos que nos mandan.
"La privacidad de una persona ya no es un tema individual", dijo Harold Abelson, profesor de ciencias de la computación en el M.I.T. "En el mundo online de la actualidad, lo que tu madre decía es más que cierto: la gente te juzga por lo que se dice de ti sin conocerte"





sábado, 30 de agosto de 2014

Fiestas populares de España


El verano, los pueblos de España, sus fiestas patronales ¡Que maravilla! Momentos de dispersión, reunión con los amigos, camaradería y diversión. Podemos presumir de tener una geografía variopinta, de norte a sur, el paisaje, la gastronomía y la forma de celebrar los eventos del calendario, nos aportan una riqueza inigualable.

Los más populares son los festejos taurinos en todas sus variantes, los encierros populares, el toro embolado, los forcados, los recortadores, etc. donde prolifera un sinfín de anécdotas cada año con todo tipo de incidencias.

Pero hay otro tipo de concursos populares además de los taurinos y bailes regionales. Este es el asunto que os traigo hoy ya que un sencillo espectador de un concurso de partir sandias con la cabeza ha sufrido un percance grave, tal vez por tener la mala suerte de estar en el lugar y la hora equivocados. Tiene unas lesiones que le han impedido desarrollar su vida normal de forma autónoma desde que asistió a su pueblo a las Fiestas y es que ha perdido un ojo a consecuencia de un golpe ocasionado por un trozo de sandía que salió disparada en dirección equivocada, de tal modo que el brutal impactó le ha causado esas lesiones.

Ahora nos toca “lidiar” con la organización del concurso para depurar responsabilidades y obtener la indemnización que conforme a ley corresponda, pues con tanto festejo popular, esa parte ha quedado un poco olvidada, sin embargo, mi cliente ha quedado con una secuela grave para el resto de su vida.

Cuidado con la diversión, las fiestas y la dispersión porque las estadísticas nos avisan todos los años de los graves percances que ocurren en todas ellas y que siempre pensamos que le ocurren a otro. Aun así, disfrutar del verano, de la amistad, la camaradería, las fiestas populares con cabeza es muy recomendable para la salud.